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Si se deseas conocer lugares de una forma menos sedentaria que la tradicional, lo mejor es visitar zonas como las Hoces del Duratón. Estas se encuentran en la provincia de Segovia, y cuentan con unos hermosos paisajes rústicos, así como con increíbles edificaciones turísticas.

Hoces del río Duratón

Un río imponente

El río Duratón cuenta con un gran caudal de agua, pero que avanza a poca velocidad. Por ello, puede ser considerado como un gigante calmado. Sus hermosas aguas y parajes hermosos hacen de este un lugar casi idílico, en el cual se pueden perder las preocupaciones, mientras al cuerpo lo embarga una sensación de paz.

El hecho de que pueda ser visitado durante todo el año es una gran atractivo, ya que no existen verdaderos impedimentos para poder maravillarse con el esplendor que tiene para ofrecer. Las Hoces del Duratón son un gran “secreto”, del cual muchos han escuchado, pero pocos se han concedido el privilegio de visitarlo en persona.

En este ambiente abunda la paz , y sirve como una perfecta vía para desconectar de la ajetreada vida en la urbe. Solo se debe estar dispuesto a tener una aventura verdadera.

El trayecto es parte de la aventura

Se crea o no, una de las mejores partes de viajar hasta las Hoces del Duratón, resulta ser el viaje en sí mismo, ya que a lo largo de todo el trayecto se van a disfrutar de hermosas vistas. Estas pueden quitar el aliento a cualquier persona. De hecho, lo más recomendable es tener mucha batería en las cámaras, ya que se van a necesitar.

Lo primero que se debe visitar, es la Ermita de San Frutos, ya que a partir de esta comienzan los parajes mágicos. Incluso está considerada como el mejor punto para observar el paisaje. Definitivamente, no es un lugar que se quiera perder dentro del itinerario. Con unos 20 minutos será más que suficiente.

Nuestra Señora de los Ángeles

El Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, ofrece unas vistas excelentes de las Hoces del Duratón. Para llegar hasta ella es necesario realizar un pequeño viaje a pie de una media hora, ya que se debe cruzar un puente sobre el río. Por ello, no es una zona que pueda atravesarse en coche.

Este lugar ofrece una increíble sensación de paz y tranquilidad, mientras se aprecia todo el paisaje, desde los verdes árboles, hasta el imponente río y la arquitectura clásica del monasterio en sí mismo. Es simplemente un paraje que suele dejar sin aliento a quien lo visita.

Entra al agua, o mejor, muévete sobre ella

Una de las mejores cosas para hacer en las Hoces del Duratón es surcar las aguas en una de sus famosas piraguas de remo. Es una de las mejores formas de conocer el río y conectar con él, disfrutando del sonido de la naturaleza, y con una exquisita compañía. Para esto no hace falta tener mucha experiencia en el agua, pero si hay que ser cauto.

Afortunadamente, a lo largo del río existe un gran cúmulo de empresas turísticas que ofrecen este servicio a precios competitivos, por lo que no será difícil conseguir una piragua para entrar al agua. Lo complicado será querer salir del río, ya que es increíblemente placentero realizar una corta travesía en él.

Sepúlveda, no toda la diversión se sitúa sobre las Hoces

Un verdadero turista sabe cómo aprovechar cada oportunidad de conocer nuevos lugares y realizar este viaje es una de las mejores formas de exprimir el encanto de Segovia. Además, si se sale de la ruta tradicional, se puede tener también un poco de turismo montañoso. Un excelente destino alterno a la ruta de las Hoces es Sepúlveda.

Sepúlveda se encuentra en realidad cerca del río, por lo que permite alejarse un poco, disfrutar de una exquisita gastronomía, así como de estructuras con alto valor arquitectónico, catalogadas como patrimonio nacional y cultural único. Tanto la Plaza Mayor, como el Mirador de Zuloaga son lugares increíbles para visitar. De hecho, hasta la cárcel antigua es un lugar excelente para conocer.

Aprovecha el turismo interior

Muchas veces, al pensar en viajar, la primera opción que se nos pasa por la cabeza es salir del país. No obstante, España esconde una gran variedad de tesoros dignos de apreciar. Realizar este viaje puede hacer que el turismo interno sea tan emocionante como el externo, y con menos complicaciones también.

Este viaje es un ejemplo perfecto disfrutar del trayecto, el destino y los sitios aledaños sin necesidad de realizar un gran esfuerzo. Las actividades interesantes no faltarán, y se deseará seguir conociendo esos lugares de poca popularidad, pero que al verlos en persona roban el corazón de cualquier persona.

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