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París es la capital de Francia, una ciudad de ensueño que toda persona amante de los viajes debe visitar al menos una vez en la vida. Cuenta con todo lo necesario para ofrecerles el mayor disfrute a los turistas que cada año la eligen como destino de sus vacaciones. Son sus monumentos, edificios, plazas, parques y demás atracciones las que hacen de París una majestuosa y encantadora ciudad. Repleta de encanto e iluminada por la grandiosa Torre Eiffel, con un aire puro y fresco que se respira en cada una de sus calles. Te contamos todo lo que que puedes ver en París en 3 días.

Torre Eiffel

París en 3 días: DÍA 1

Una vez instalados en París, lo primero a tener en cuenta es que es una ciudad que resultará casi imposible conocerla por completo en sólo 3 días. Pero realizando una buena planificación de su viaje podrá apreciar sus principales encantos durante su breve estadía.

Nada mejor que comenzar el primer día dando un tranquilo paseo por las riberas del Sena. El río divide a sus distritos en dos partes y además está cerca de los principales monumentos de la ciudad. Desde allí podrá apreciar el encantador paisaje parisino y respirar aire fresco y puro. Puede cruzar los puentes, sentarse en los barcos, dar un paseo en ellos y disfrutar de la inigualable belleza que invade a París por donde se la mire.

Para continuar con el recorrido del primer día en París, qué mejor forma que deleitándose con su monumento más representativo. Uno de los principales motivos por los cuales miles de turistas de todas partes del mundo llegan allí cada año y no pueden esperar por conocer: la Torre Eiffel. Está ubicada en las orillas del río Sena, frente al Puente d’ léna. Existen varias formas de llegar a ella: ya sea en metro o en autobús, bajando en la estación de los jardines de Trocadero que se encuentra a unas pocas cuadras de allí, con sus grandes fuentes rodeadas de bellos arbustos cortados en forma de cono, sus esculturas y el contraste del césped oscuro con el más claro.

Torre Eiffel

La Torre Eiffel es el símbolo más representativo de París, con sus 300 metros de altura y su gran majestuosidad es en la actualidad el monumento más visitado en el mundo. Diseñada por Gustave Eiffel, su construcción duró aproximadamente dos años, en donde 250 obreros trabajaron intensamente. La Torre Eiffel es sin duda un monumento que todo aquel que lo conoce no se cansa de verlo. Elegante e impactante por cualquier plano desde donde se la mire.

Arco del triunfo

Considerado uno de los más representativos monumentos parisinos, el Arco del Triunfo ubicado en la Plaza de Charles Gaulle. Fue mandado a construir por Napoleón Bonaparte luego de que regresara del triunfo en la batalla de Austerlitz. El objetivo era conmemorar la victoria de su ejército. Fue un arquitecto llamado Jean François Chalgrin, quien comenzó en 1806 con la construcción de la obra y la continuaron Goust y Huyot, siendo terminada en el año 1836 durante el reinado de Luis Felipe. Napoleón murió en 1821 por lo cual no pudo ver la obra terminada.

Catedral de Notre Dame

Qué mejor forma de continuar el recorrido del primer día en París que conociendo la emblemática Catedral de Notre Dame, una de sus edificaciones más antiguas.  Algunas personas prefieren tomarse parte del día para poder ingresar y otras, de acuerdo al tiempo con el que cuenten preferirán detenerse solo unos minutos a contemplar su fachada y tomar fotos.

De compras o de museo

Para los amantes de las compras, nada mejor que dedicarle una o dos horas para recorrer la Avenue Montaigne. Allí podrán disfrutar de una gran variedad de negocios con las marcas más reconocidas a nivel mundial, entre ellas Louis Vuitton, Dolce Gabbana y Gucci. También se ofrece una amplia variedad de restaurantes, cafés y lugares donde alojarse, aunque los precios varían, la mayoría de ellos suelen ser bastante elevados.

El arte es sin duda uno de los principales atractivos que posee París. Una ciudad con una gran riqueza cultural, pensada especialmente para que el turista pueda pasar unas vacaciones inolvidables con una inmensa cantidad de museos por visitar. Estas visitas no tienen por qué ser costosas ya que existen varias posibilidades de acceder a ellos de manera gratuita, el primer domingo de cada mes o adquirir descuentos. Los ciudadanos de la Unión Europea que tienen menos de 25 años, además, pueden acceder a cualquier museo parisino sin ningún costo. Algunos de los museos ideales para recorrer al atardecer en París son el famoso Museo de Louvre, el Museo de las Artes y Artesanías o el Museo Rodin.

Museo del Louvre

Museo de Louvre

Situado en el palacio que lleva su mismo nombre, donde los reyes residieron por largos años en la antigüedad. El Museo de Louvre fue inaugurado a fines del siglo XVIII, se constituye hoy en día como uno de los museos más importantes y con más visitas a nivel mundial ya que su creación significó un gran cambio. Se pasó de las colecciones privadas a las públicas, donde la gente que consumía las obras dejó de ser acotada y de pertenecer a un grupo social específico. Al ser un museo nacional europeo, personas de cualquier estrato social pudieron comenzar a ingresar en él.

Para acabar la primera jornada de París en 3 días

Para finalizar el día con una increíble vista nocturna de la ciudad, la mejor manera de hacerlo es buscando un restaurante donde cenar cercano a la Torre Eiffel. Encontrará una gran diversidad de menúes y precios. Desde las ventanas de cada uno de ellos podrá apreciar las maravillosas luces que iluminan al monumento más atractivo de la ciudad del amor, con su gran altura que lo impresionará y hará ver a la ciudad diminuta frente a ella en cualquier momento del día.

Una vez terminada la cena podrá regresar al hotel o alojamiento donde se encuentre para descansar y comenzar el segundo día en París. Aún quedarán una gran cantidad de atractivos por conocer.

París en 3 días: DÍA 2

Montmartre

Para comenzar el segundo día en París, Montmartre es sin duda uno de los distritos más interesantes y repleto de lugares para visitar. Además de sus cafés, bares y restaurantes con un particular estilo bohemio y panaderías reconocidas por ser las mejores de París con sus deliciosas baguettes.

Moulin Rouge

Considerado uno de los sitios que nadie debe perderse de visitar en su viaje a París. El Molino Rojo o Moulin Rouge es un cabaret reconocido a nivel mundial. Situado en el barrio rojo del distrito de Montmartre, fue enviado a construir en el año 1889 por un empresario español llamado Josep Oller, quien también fue dueño de Olympia.

Molin Rouge

Basílica del Sagrado Corazón

Ubicada en lo más alto de la colina de Montmartre, a unos 130 metros de altura se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón, uno de los más importantes templos de París. Su construcción comenzó en el año 1875 y fue terminada en 1914, consagrándose basílica cinco años después de ser terminada.

Cena y paseo por Montmartre

Para pasar la tarde, el distrito de Montmartre cuenta con una amplia variedad de opciones. Entre ellas la Plaza du Tertre, también llamada plaza de los pintores, está situada en lo más alto de la colina. Un lugar perfecto para adentrarse en la antigua París, ya que la rodean una gran cantidad de edificios del siglo XVIII. En la actualidad la plaza es un espacio donde artistas se reúnen y realizan sus pinturas al aire libre. Para disfrutar de una deliciosa comida por la tarde, podrá encontrar alrededor de la plaza varios restaurantes y cafés.

Otra opción para pasar la tarde, especialmente para los amantes del arte y la cultura, es el Museo de Montmartre. Hoy muchos turistas se acercan hasta allí para tomar una foto en su fachada,  entrar en él a conocer la historia del barrio y deleitarse con las colecciones de cuadros, ilustraciones, fotos y demás obras de reconocidos artistas de los siglos XIX Y XX. Este edificio además es uno de los más importantes en París por ser el lugar que reconocidos artistas eligieron como refugio en el siglo XIX.

El Cementerio de Montmartre es otro de los sitios que vale la pena conocer durante la estadía en París. A pesar de ser una atracción diferente, resulta una experiencia única poder recorrer con tranquilidad las tumbas donde descansan reconocidos artistas. Cada una de ellas está representada de distintas maneras y con citas que hacen alusión a las personas allí enterradas. Con un estilo romántico, es un lugar donde se respira paz y donde uno puede adentrarse en antiguas épocas parisinas.

Contempla el atardecer

Para disfrutar de un tranquilo atardecer en uno de los barrios más pintorescos de París, nada mejor que recorrer el Canal de Saint Martin con sus aguas verdes resplandecientes y pescadores parisinos en sus orillas. Creado en 1825 y siendo uno de los principales proveedores de agua en aquella época, en la actualidad se ha convertido en un lugar ideal donde relajarse y recorrer ya sea cuando cae el sol o por las mañanas.

Al finalizar el segundo día en París, la mejor opción es, sin duda, volver a la zona del famoso Moulin Rouge, donde podrá deleitarse con espectáculos encantadores, una deliciosa cena en alguno de los restaurantes y por último tomar un delicioso champagne francés en alguno de sus bares o clubes nocturnos.

Estos son algunos de los encantos que posee Montmartre, uno de los más fascinantes barrios de París. Su magia, su toque artístico y aire bohemio lo hacen único frente a los demás y una visita obligada para todo aquel que visite esta encantadora ciudad alguna vez en su vida.

París en 3 días: DÍA 3

Para comenzar el tercer y último día en París, nada mejor que conocer uno de los mayores encantos que posee Francia: el gran Palacio de Versalles. Un lugar que sorprende a todo aquel que lo visita. Está situado al suroeste de la ciudad, se puede llegar en el tren RER línea C, bajando en la estación “Versailles – Château – Rive – Gauche” y le llevará llegar aproximadamente media hora desde el centro de París.

Palacio de Versalles

El Palacio de Versalles fue creado en el año 1623. Allí residía el rey Luis XIII y en aquel momento era una sencilla morada ubicada entre medio del bosque y los pantanos. Fue con la llegada de Luis XIV cuando comenzaron las ampliaciones en el palacio transformándose tiempo después en la residencia real más lujosa de todo el continente europeo. Un lugar que en la actualidad se encuentra abierto al público y al que todos anhelan conocer. El rey Luis XIV le otorgaba igual importancia al interior del palacio que a sus jardines por lo cual toda persona que llega allí se asombra al ver la majestuosidad que estos presentan.

Palacio de Versalles

El Panteón

Destacado por su gran riqueza histórica y cultural, el Panteón es uno de los primeros monumentos creados en París y uno de los símbolos que hoy representa a la ciudad, anterior incluso a la Torre Eiffel. Ubicado en el Barrio Latino cercano a los Jardines de Luxemburgo, fue la primera edificación que permitía divisar a la ciudad desde las alturas.

Jardines de Luxemburgo

Si hay un espacio al aire libre que merece ser visitado en París, sin duda son los Jardines de Luxemburgo. Con una belleza que los hace únicos frente a los demás, fueron diseñados en el año 1615 por orden de la reina María de Médicis junto al Palacio de Luxemburgo. Hoy es utilizado como sede del Senado de Francia.

Para terminar el viaje de París en 3 días

El barrio latino conformado por los distritos V y VI donde se encuentran los Jardines de Luxemburgo, es uno de los lugares más económicos y alegres de París. Sus colores y sabores le dan un estilo único. Cuenta además con una gran movida nocturna, por eso para terminar la última noche en París con una deliciosa cena la mejor opción es pasear por allí recorriendo las acogedoras callejuelas. Allí se topará con tiendas, cafeterías y restaurantes que ofrecen variados y deliciosos menúes. Además tendrá la posibilidad de cenar en sus encantadoras terrazas con las mejores vistas de la ciudad.

Entre las principales y más movidas calles del barrio latino se encuentra la peatonal Huchette. Para despedirse nada mejor que dar un último vistazo a la Torre Eiffel, el mayor símbolo parisino. Distinguida y resplandeciente que hace a esta ciudad única y un lugar al que siempre se desea volver. Ideal para vacacionar en cualquier época del año disfrutando de su tranquilidad, romanticismo y su gran riqueza artística y cultural que se respira en cada uno de sus rincones.

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