El Palacio de Versalles fue creado en el año 1623. Allí residía el rey Luis XIII y en aquel momento era una sencilla morada ubicada entre medio del bosque y los pantanos. Con la llegada de Luis XIV comenzaron las ampliaciones en el palacio. Tiempo después se transformó en la residencia real más lujosa de todo el continente europeo. En la actualidad es un lugar que se encuentra abierto al público y al que todos anhelan conocer. El rey Luis XIV le otorgaba igual importancia al interior del palacio que a sus jardines, por lo cual toda persona que llega allí se asombra al ver esta majestuosidad.
¿Qué ver en el Palacio de Versalles?
El Palacio de Versalles es uno de los sitios más lujosos que se pueden visitar en Francia. Cualquier calificativo que se le atribuya no llega a describir su enorme distinción y elegancia. En su interior puedes descubrir impresionantes pinturas, esculturas, muebles tallados y asombrosos laberintos en sus coloridos y amplios jardines. Las donaciones y el turismo permiten que hoy en día el Palacio de Versalles pueda seguir manteniéndose en excelentes condiciones, pese a los elevados costos que ello implica.
Tanto en el Palacio como en museos y demás atracciones de París encontrará una gran cantidad de gente en sus puertas, lo que le llevará horas de espera poder ingresar. Por lo cual la mejor opción es llevar todo organizado antes de emprender viaje. Comprando tickets por anticipado, no sólo conseguirá precios más económicos sino que se ahorrará horas de espera. La manera más conveniente de conocer el Palacio de Versalles es hacerlo con transporte y guía para aprovechar cada una de las áreas. Debido a su gran amplitud muchas veces las personas que lo visitan sin organizarse adecuadamente, o sin contratar un servicio de excursión, se pierden de conocer algunas de las partes más importantes que lo conforman.