Ubicada en lo más alto de la colina de Montmartre, a unos 130 metros de altura se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón, uno de los más importantes templos de París. Su construcción comenzó en el año 1875 y finalizó en 1914. Se consagró basílica cinco años después de ser terminada.
Un poco de historia…
La Basílica del Sagrado Corazón se construyó gracias al dinero reunido de las colectas que se realizaron en toda Francia. Los nombres de algunas de las personas que colaboraron aún están plasmados en la piedra de la Basílica. Fueron cerca de 10 millones las personas que donaron dinero para su construcción, entre los personajes más destacados se encuentra el Papa Pío IX, quien donó personalmente 20 mil francos.
Este representativo templo católico se destaca por su increíble arquitectura donde se combinan características tanto romanas como bizantinas. Está formada por cuatro cúpulas y su forma es de cruz griega. Este increíble templo genera que miles de turistas de todo el mundo lleguen allí cada año. También influye el sitio donde se ubica, sus alrededores repletos de encanto, artistas parisinos, músicos, espacios verdes y las mejores vistas de la ciudad.
El objetivo por el cual se decidió construir esta basílica en 1873 fue homenajear a los 58 mil franceses que perdieron su vida luchando en la guerra franco-prusiana. En un primer momento el arquitecto elegido para estar a cargo de la edificación fue Paul Abadie, con el paso de los años falleció dejando a cargo a otros cinco arquitectos.
Después de la guerra franco-prusiana se comenzó a creer que todas las desgracias y muertes del pueblo francés se habían producido por castigo de Dios. Por ello comenzó a recorrerse la idea de crear un templo con el cual eximirse de pecados y que Dios pudiera perdonarlos.
¿Cómo es la Basílica del Sagrado Corazón?
Con su color blanco, resplandeciente y elegante, la Basílica del Sagrado Corazón se encuentra en uno de los puntos más atractivos de París. Es posible llegar a la cima de la colina a pie ascendiendo los 197 escalones o utilizando el Funicular de Montmartre, que funciona desde hace más de un siglo.
Sus increíbles dimensiones son de 83 metros de longitud, 35 metros de ancho y su torre tiene una altura de 83 metros. La cúpula es sin duda el lugar ideal desde donde contemplar las vistas panorámicas más bellas de París desde lo alto.
Para aquellas personas que decidan pasar parte del día allí, encontrarán restaurantes y cafés donde se ofrecen los más deliciosos menúes. También hay una gran variedad de tiendas y lugares por recorrer. El momento ideal para visitarla es por las mañanas, ya que el mediodía suele ser el horario del día donde más gente se acumula.
La Basílica del Sagrado Corazón conserva siempre su resplandeciente color blanco. Esto se debe a que ha sido construida por una piedra llamada travertino que permite mantener su color pese a las condiciones climáticas, la contaminación, etcétera. Pese a no tener un estilo puramente francés, en su entrada la basílica cuenta con dos estatuas que representan al país. Por un lado la de Juana de Arco a la derecha y del lado izquierdo la del Rey Luis IX.
Horarios para visitar la Basílica del Sagrado Corazón
El horario en el que la Basílica abre sus puertas es a las 6 de la mañana todos los días, cerrándolas a las 11 de la noche. En cuanto a la cúpula y la cripta, se puede ingresar a ellas a partir de las 9 de la mañana hasta las 19 horas. El ingreso es gratuito.