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Los comienzos de los Bosques de Palermo se remontan al año 1580, en la fundación de la ciudad de Buenos Aires. Su dueño tomó la decisión de añadir a su apellido el nombre de la ciudad donde nació, Palermo y al poco tiempo, todos empezaron a llamar a la zona de esa forma.

Bosques de Palermo

Llegado el siglo XIX, el sitio fue escenario de pugnas cruentas, cuando el caudillo Juan Manuel de Rosas, quien en esa época era Gobernador de Buenos Aires, adquirió las tierras para construir su vivienda y un estanque donde poder navegar. Observada por sus rivales como sitio de un poder despótico, el lugar se transformó en todo un símbolo de incultura.

El 3 de febrero del año 1852, tras una guerra civil, Juan Manuel de Rosas fue derrocado y empezó a nacer la idea de convertir el sitio en un enorme parque para llenar de flores el lugar donde antes de había derramado tanta sangre. La casa del ex gobernador fue demolida y, allí, se construyó una estatua de un paupérrimo enemigo. Desde ese día, los Bosques de Palermo tuvieron varias transformaciones y se utilizaron para distintos fines.

El pulmón verde de la capital

Los Bosques de Palermo son, nada menos, que el pulmón verde con más extensión en la capital de Argentina. Cuenta con 370 hectáreas y diversas especies de flora que forman hermosos paseos. Un lugar perfecto para hacer deporte disfrutando al aire libre en medio de la enorme metrópolis. 

Durante primavera, los árboles de jacarandá cubren gran parte del parque, con su particular tono lavanda, y el aroma a eucalipto invade el ambiente. Además, el ceibo agrega tonos rojizos con su hermosa flor. No obstante, donde más diversidad de colores de flora hay es en el Rosedal, allí crecen casi 100 variedades distintas de flores.

En estos grandes bosques muchas aves arman sus nidos, pero la real riqueza de esta especie de fauna se encuentra en sus lagos, con gran cantidad de patos, garzas y cisnes. Además, puedes encontrar todas estas especies y muchas más en el Club de Observadores de Aves de Palermo, un sitio muy recomendable para visitar.

Para los amantes de los peces, en los Bosques de Palermo puede encontrar diversas especies como bagres, tarariras, palometas verdes, dientudos, carpas, anguilas y camarones de agua dulce, entre otros.

El Jardín Japonés de los Bosques de Palermo

Otro de los lugares hermosos que ofrece los Bosques de Palermo es el Jardín Japonés. Ese sitio es una muy buena imitación del paisajismo de Japón. Con vistosas azaleas, estanques de tamaño reducido llenos de carpas de colores y preciosos puentes del estilo del país asiático. Es un lugar ideal para relajarse, apreciando cada uno de sus rincones.

Por último, en la zona podemos encontrar el famoso Planetario Galileo Galilei, el cual se inauguró en el año 1962. El diseño del gran globo fue creado por el arquitecto Enrique Jan y se inspiró en el planeta Saturno y sus anillos. La estructura cuenta con 5 pisos y una enorme sala circular de 20 metros de diámetro y donde pueden ingresar hasta 360 visitantes. Su gigantesca cúpula está cubierta por dentro con placas de aluminio. Justo en el centro de la sala se encuentran los proyectores donde pueden verse en vivo y en directo distintos astros y fenómenos que el espacio nos regala.

Los Bosques de Palermo tienen una vitalidad inigualable, la cual en gran parte es estimulada por las miles de personas que disfrutan de ellos cada día. Un lugar perfecto para conocer tanto en soledad como en compañía.

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