La Avenida 9 de Julio es un emblema de la capital Argentina. Su nombre es en homenaje al día que se declaró la independencia del país y es imposible que no te la cruces si estás de visita por Buenos Aires, por su ubicación y por su considerable tamaño (140 metros de ancho de calzada).
Se comenzó a construir gracias a la ley N° 8.885, en el año 1912, pero su inauguración llegó varios años después, llegado el año 1937, cuando ocupaba el cargo de presidente Agustín P. Justo, con un trazado que ocupaba 5 manzanas e iba desde la calle Bartolomé Mitre hasta Tucumán. La construcción de la Avenida 9 de Julio previó que crezca el distrito y se hizo a la par con la ampliación de otras calles como la famosa avenida Corrientes que, antes de que se inaugure, se ensanchó en sus primeros metros.
Un monumento emblemático de la ciudad que vio el paso a paso de la construcción de la 9 de Julio fue el Obelisco, debido a que se construyó en el año 1936, casi a la par con la avenida. Con su gran altura (67,5 metros) y sus casi 2 mil toneladas, es un ícono de la capital Argentina y uno de los lugares que, desde su cima, permite apreciar lo enorme que es la 9 de Julio. Lamentablemente esta actividad no está abierta al público, solo se realiza en ocasiones especiales.
Imponentes edificaciones
Recorrer la histórica avenida permite además apreciar imponentes edificaciones, íconos de la ciudad, como lo es el Teatro Colón, el cual fue restaurado y se re-inauguró en el año 2010; el Edificio del Plata, donde antes se encontraba el Mercado de Plata y hoy es sede del Gobierno Municipal; o el antiguo Ministerio de Obras Públicas, donde en el año 1951 se instaló la antena para la primer transmisión en la televisión de la Argentina.
En el año 2013, se creó en Buenos Aires el servicio de transporte Metrobus, el cual recorre la Avenida 9 de Julio y logró un ordenamiento de tránsito, además, impulsa el transporte sustentable. Desde el año 1934, el subte en su línea C conecta varias cuadras de su recorrido.
Pasajes subterráneos de la Avenida 9 de Julio
Otra experiencia única que no debes dejar pasar al conocer la Avenida 9 de Julio es cruzar los pasajes subterráneos que conectan Cerrito y Carlos Pellegrini, por medio de las galerías con el mismo nombre de la avenida que tuvieron una remodelación hace poco tiempo.
La avenida fue lugar de encuentro para gran número de actos políticos, también para encuentros musicales y de otro tipo de arte. Por ejemplo, en el año 1991, la banda musical Soda Stereo juntó allí a más de 200 mil seguidores. También se realizó una exposición visual sobre el frente del Edificio del Plata, en la calle Pellegrini 211, donde se homenajeó, entre otras personalidades, a Messi y Sábato.
Cruzar la Avenida 9 de Julio, siempre siguiendo el exiguo tiempo que nos dan los semáforos, es una experiencia única que no debes perderte en su visita a Buenos Aires. Disfrutar de una de las avenidas más anchas del mundo, recorrerla mientras admiramos los emblemáticos e imponentes edificios que se encuentran sobre ella. Esta ensanchada calle es la más recorrida de la ciudad, por ello, además de ser el punto de encuentro para festejos, también es el sitio elegido para llevar a cabo marchas sociales, en su gran mayoría protestas a los gobiernos de turno. Cuando esto ocurre y se corta por los manifestantes, genera un verdadero caos en el tránsito de Buenos Aires.